martes, 2 de noviembre de 2010

Bautizos

Llega un momento en que las bodas van disminuyendo, casi todos tus amigos se han ido casando y, en vez de tener una media de siete u ocho bodas al año, tienes tres o cuatro. Pero si pensabas que los eventos se habían acabado... nooooo, ahora llegan los bautizos. Lo que te hace sentir más vieja pero no tanto como te harán sentir las comuniones. Sin embargo, he de reconocer que prefiero los bautizos a las bodas.

En primer lugar es una celebración de día. Normalmente se bautiza al bebé por la mañana y luego tienes una comida, por lo que no trasnochas (que el cuerpo ya no es lo que era...). Es mucho más reducido, es algo familiar con cuatro amigos íntimos, así que no tienes que sacar tu vena "simpatiquísima" con perfectos desconocidos. Y, lo mejor de todo, no hay mesas de solteros, ni ramos que te recuerden que eres uno de ellos, ni vals en el que demostrar que no tienes ni idea de como se baila.

Tampoco oyes la típica frasecita "de una boda sale otra boda" adaptada a bautizos, porque decir a una soltera de un bautizo sale otro bautizo puede crear algún "problemilla". Tampoco te ponen al lado de ese chico taaaan ideaaaal para ti, ni tienes a todos tus amigos casados observando con quien hablas mucho o con quien bailas.

En fin, que me alegro mucho haber superado otra etapa de la vida sin grandes traumas (soy una superviviente ¿eh?) y pasar a otra mucho más relajada. Ahora, en cuanto me libre de las citas a ciegas creo que mi vida será casi perfecta.

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