jueves, 29 de marzo de 2012

Empiezo a ver

Después de tomar la decisión de alejarme del mundanal ruido, por fin empiezo a ver sus frutos. Ayer, al volver de una comida, un vecino, al salir del parking, casi me atropella. Me llevé un buen susto pero cuando lo miré y vi lo guapísimo que era, encima me puse colorada. Como si tuviera quince años, igual, es que no hay manera de controlarlo. Me sonrió divertido y a mí se me subieron aún más los colores, pero seguí mi camino lo más dignamente que pude y él el suyo. Llevo siete años viviendo en el edificio y jamás lo había visto ¿por qué? Pues porque iba sin mirar. Esta tan obcecada que el resto del mundo desaparecía a mi alrededor. Evidentemente, un hombre que sin ni siquiera conocerme haya intentado atropellarme no tiene muchas posibilidades, pero lo que me tiene muy contenta, es que lo he visto. Llegué a casa muy satisfecha de mí misma y de mi decisión. He de reconocer que tomarla no fue fácil y que aún hay días que me cuesta, pero cuando tomas una decisión es para llevarla a cabo en serio y ver a donde te lleva. Yo me equivoco bastante y muchísimas veces tengo que volver hacia atrás, pero me parece que ésta es la acertada. ¡Yupi!

miércoles, 28 de marzo de 2012

Vorrei Mangiar la Nutella

Hace unos fines de semana una amiga me dice que si me apetece ir a un concierto a un bar de un italiano guapísimo. Le dije que vale, ahí que fuimos. Llegué justo cuando empezaba. De lo primero que me di cuenta fue que nunca nos pelearíamos por un hombre. El chiquillo era atractivo pero de ahí a guapísimo, no sé yo. Empezó el concierto. Como aún no es muy conocido, además de sus canciones, canta las de otros, que no me molesta, al contrario, sino no hubiera conocido ni una, pero lo que me sorprendió es con la canción que empezó: Simply the best de Tina Turner. ¡Es un valiente! Pudiendo haber optado por Alejandro Sanz o cualquiera de esos cursis (con todo el respeto, que alguna que tengo en mi ipod) no, no, el señor se atreve con Tina Turner. En fin, que estuvimos recordando grandes éxitos de los 90 y algunos más cercanos. Llegó un momento en que mi amiga me dijo: a ver si canta su canción "Vorrei mangiar la nutella". Yo creí que no lo había entendido bien debido a la música del bar y no le hice demasiado caso, cuando de pronto, empieza una musiquilla y un montón de niñas de veintitantos empiezan a gritar y a saltar (el chico tiene su club de fans, no creáis que es un cualquiera) y cual es mi sorpresa que sí, que el estribillo con música pegadiza dice exactamente eso: Vorrei mangiar la nutella. En fin, no sé italiano, pero algo pillo, resulta que es una canción de amor. Flipante. Evidentemente, con el título, os podéis imaginar que va dirigida a eso, a su club de fans de veintitantos. Aunque tiene alguna de la treintena, mi amiga, por ejemplo. Yo, lo siento, no le he pillado el punto.

lunes, 26 de marzo de 2012

Hay más peces en el mar

El mar está lleeeeno de peces pero cuando estás obcecada en un pez en particular, no verás nada más. También es verdad que cuando no ves a "ese" pez y descubres el resto de la fauna marina, tiendes a fijarte en los besugos, lo que no ayuda a que cuando te has dado cuenta de eso, de que es un besugo, no vuelvas al pez original. Y ya estamos otra vez en lo mismo, perdiendo tu maravilloso tiempo intentando que él se de cuenta de que existes. Si aún no se ha enterado es porque no le interesa lo más mínimo hacerlo. Una cosa es cierta, cuando le interesas a uno, él insiste. Sí, sí, no existe el hombre tímido, es un cuento que nos hemos inventado para no sentirnos rechazadas. Tampoco existe el que cree que no es suficientemente bueno para ti, el ego masculino no permite esa creencia bajo ninguna circunstancia, tampoco te creas la frasecita "no eres tú, soy yo"... en fin, miles de excusas para no decir claramente que no le gustas. Por lo que no hay que dejar pasar el tiempo esperando una señal que si no ha llegado aún es evidente que no llegará. Más vale que te tires al agua y nades un rato, a ver si ves algún delfín, que esos son los buenos.

jueves, 22 de marzo de 2012

Aburrida

No, no estoy aburrida, lo que estoy es harta. Ya no puedo más de la meseta, necesito playa. Sólo quedan dos semanitas, un poco menos, y estaré en un avión rumbo a Ibiza. Lo poco que aguanto coger aviones lo compensa el destino. ¿Para cuando un eurostar de turno para las Baleares? Lo sé, no está el país como para ponerse a hacer obras faraónicas de este tipo pero me gustaría taaaaanto.
Eso sí, mi dermatólogo me ha prohibido terminantemente tomar el sol. ¡Malditas pecas! Pero yo creo que exagera porque como sabe que lo voy a tomar igual, a ver si con esa amenaza del melanoma me pongo un poco más de protección. De todas formas no hay que preocuparse porque en Semana Santa siempre hace mal tiempo. Para el verano, ya veremos.
En fin, que mientras cuento los días que quedan me ha dado por alejarme del mundanal ruido y ¡de qué manera! Esta vez sí que va en serio. Estoy en esos momentos antisociales que me dan de vez en cuanto y que se curan en cuanto salgo de aquí. Ya queda menos. Tic, tac, tic, tac.

martes, 20 de marzo de 2012

Timidez

El otro día mi timidez y mi afición a montarme una película me jugó una mala pasada. Todo empezó cuando un amigo me contó que alguien le había pedido mi teléfono pero, conociéndome a mí y los antecedentes con esa persona (sufrí un ataque de pánico de los sonados) decidió que sería más suave si le daba mi email.
Cual es mi sorpresa que al salir del tren en Atocha me lo encontré, allí estaba después de más de 10 años sin vernos (he de decir que estaba igualito, igualito). Estaba esperando a alguien. Él no me vio a mí y yo seguí mi camino sin dejar de pensar si debería acercarme a saludar o no. Entonces mi imaginación se hizo la dueña de mi mente, empecé a elucubrar. Vamos a ver ¿quién va a esperar a una estación? Pensé que debía estar esperando a su novia o peor aún, a su mujer. Pero entonces ¿por qué le pidió mi email a ese amigo común? ¿Y por qué no lo ha utilizado? Pues porque tiene novia, seguro, seguro. Toda esa película me iba yo montando cuando llegué a la parada de taxis. Había muchísima cola, así que mientras esperaba que llegara mi turno, iba vigilando lo que pasaba ahí abajo, dentro de la estación (quiero dar las gracias al arquitecto de la terminal de llegadas de Atocha por hacerlo de un cristal nítido y transparente). El seguía esperando, ya no quedaba nadie más y lo veía como hablaba por teléfono. "Je, je, je, te han dado plantón" pensé "eso te pasa por ir pidiendo emails por ahí teniendo novia".
De pronto vi que por fin recibía a alguien ¡A su madre! Me sentí fatal y muy, muy mala persona. Siempre mirando el lado positivo ¿eh? En fin, por fin llegó mi turno y me subí al taxi mientras seguí mirando por la ventanilla. Hasta que me di cuenta que alguien me estaba mirando: era el taxista, esperando que le diera la dirección. Lo siento, le dije, hoy estoy muy distraída. Y me llevó a casa.
Lo sé, debería haberme acercado y decir hola y no debería haber sido tan mal pensada, pero el también podría haberme visto ¿no?

jueves, 15 de marzo de 2012

Quiero ser una tortuga

Me gustaría ser una tortuga, cuando te apetece desaparecer o no te gusta lo que ocurre a tu alrededor, te metes enterita dentro del caparazón y a esperar que pase la tormenta. Además no es como la avestruz que mete la cabeza en la arena pero el resto del cuerpo sigue a merced de los golpes. No, la tortuga es más lista, mete todo su cuerpo en su caparazón que es bastante duro así que los golpes rebotan.
Tranquilos, no me ha pasado nada, no es que en este momento quiera desaparecer. Pero me he dado cuenta que cuando preguntas a la gente que animal le gustaría ser, contestan que un tigre o un león o cualquier animal fuerte y grande. Yo, en cambio, prefiero ser tortuga, va lenta pero segura (que al final ganó a la liebre) va por tierra y por agua, así que significa que es bastante adaptable al medio y además me encanta el sistema de protección que le ha dado la naturaleza.

miércoles, 14 de marzo de 2012

El amor no es racional

Hace unos días fui a comer con un amiga con la que acabé hablando de mi vida sentimental, para variar. Si es que es el tema favorito últimamente. Lo cierto es que tenía novedades así que, como hacemos siempre las mujeres, estuvimos analizando cada pequeño detalle para llegar a la conclusión de que no hay quien entienda a los hombres. Son una montaña rusa emocional, ahora me encantas, ahora te ignoro, ahora subidón, ahora caída en picado. Pero a lo que iba, cuando ya nos despedíamos me suelta la frasecita "el amor no es racional". A parte de que a mí me parece eso una cursilada, también creo que es una mentira y de las gordas. ¡Claro que puede ser racional! Y debería serlo más. Menos disgustos tendríamos.
Yo misma, si al "último" lo hubiera analizado un poquito más antes de lanzarme a la piscina, no me hubiera ni acercado, pero cansada de que me dijeran que no me dejo llevar, decidí ser impulsiva por una vez, y ya veis, me llevé un chasco, que para que recordarlo. Así que voy a volver a sacar mi lista de pros y contras antes de lanzarme a otro desastre. Lo sé, es frío, pero hay que aprender de la experiencia y de tus errores para no repetirlos, que dicen que eso es de sabios.

lunes, 12 de marzo de 2012

Un respiro ¡por favor!

No puedo esperar a que llegue Semana Santa y coger un avión a Ibiza para desaparecer un rato del mundanal ruido. Últimamente no hago más que llevarme chascos. EL otro día tuve que aguantar las impertinencias y la mala educación de una persona que ya no me caía bien, pero es que ahora la he enviado a la categoría "cretina". Y no hay tanta gente ahí, no os creáis que es tan fácil, pero cuando digo basta, digo basta, y agradecería mucho si no tengo que cruzarme con esta persona en el fututo más de lo estrictamente necesario.
Por otro lado, hay una persona que cada vez que estoy a su lado me siento la mujer más fea del mundo. No soy Kate Moss pero de ahí a sentirme horrorosa va un trecho. ¿Por qué me siento fea? Pues porque sé que le caigo bien, que le hago reír, que me considera buena persona y además lista pero jamás de los jamases ha intentado ni el más mínimo roce. Conclusión: el problema es físico.
Finalmente, para acabarlo de arreglar, la espalda me está matando y tengo una rodilla destrozada.
¿Veís porqué necesito aislarme unos días? Tengo que recuperar la autoestima que está por los suelos.

martes, 6 de marzo de 2012

FICC 2012

El First Interantional Cocktail Contest tuvo lugar hace un par de semanas. Parece super serio ¿a qué sí? Pues no, fue una competición entre cuatro amigos a ver quien hacía el mejor cóctel. Elegimos a un jurado que tenía que valorar nombre, presentación y sabor. Resulta que además de comer, también bebemos por los ojos. No quiero menospreciar el trabajo del ganador, se curró mucho el color del cóctel (negro) el nombre, Whitney's last kiss (se aprovechó que estaba recientemente fallecida para llegar al corazoncito del jurado) y además supo sacar partido de las cosas a su alrededor (cogió dos candelabros de la mesa de mi comedor que le fueron que ni pintados). Creo que ha quedado claro que no gané yo, y sí, lo podéis añadir, tengo mal perder, muy mal perder.
Lo importante es lo bien que lo pasamos. Semanas antes con mensajes y luego en mi cocina preparándolos. El resto fue lo de menos. No me creéis, y lo entiendo, no me lo creo ni yo. Que no, que no, que lo importante no es participar... es ganar!!
¡Bien! Ya he sacado esa vena competitiva mía que no sale nunca y que dicen que es incluso sana. A mí no me lo parece pero por hacer un poco de caso a esos que no pueden dormir cuando pierden. Yo dormí como una bendita. El cóctel ganador era un espectáculo verlo (que no beberlo....).

jueves, 1 de marzo de 2012

Insensibilidad o torpeza

Hay hombres que son tan sensibles como un hipopótamo o lo que es aún peor, torpes como elefantes en una cristalería. Sí, sí, entran a lo bestia, sin mirar que hay cristales a su alrededor, lo rompen todo y encima se sorprenden cuando se cortan.

El sábado me di cuenta de que alguien que creía conocer, era insensible como un hipopótamo o torpe como un elefante, está por decidir. Me llegó un email que no debía haber recibido y fue por una de las dos siguientes causas: insensibilidad o torpeza. Torpeza porque no revisó la lista antes de enviarlo. Era un email general, de esos en los que estás en copia oculta. O insensibilidad porque lo hizo a conciencia. Una forma de decir "sigo aquí" aunque sea virtualmente. Mis amigos opinan torpeza (y estoy de acuerdo) mis amigas insensibilidad. ¿Cómo podemos tener reacciones diferentes a un hecho concreto? Así nos va, no tenemos ni idea de como leer las señales que nos envía el sexo opuesto. Mis amigas quieren creer que aún hay sentimientos por su parte, cuando yo dudo que los hubiera en algún momento (vale, me estoy pasando, puede que algo sintiera durante unos segundos aunque no llegó al minuto). Mis amigos, que conocen a los de su género, creen que ni siquiera se planteó que yo estuviera todavía en esa lista. Lo que me parece mucho más probable.

Pero no quiero generalizar, no todos son hipopótamos ni elefantes, los hay buitres, tiburones, también ositos de peluche (¡puagh!) y así podría seguir hasta el infinito.