miércoles, 25 de septiembre de 2013

Missing in action

Ayer me acusaron de estar desaparecida y que era muy cara de ver y tienen parte de razón. Por motivos que no voy a explicar ni aquí ni ahora, considero a mi móvil mi enemigo, mi ipad no lo he vuelto a poner en marcha desde que volví de Ibiza y los emails los miro de tanto en tanto. Me he rebelado contra tanta tecnología. Pero poco a poco voy volviendo (o lo intento) a mi vida normal. Digamos que estoy intentando que "no me afecte" como me aconsejan algunos, que evidentemente son hombres. ¿Cómo podemos ser tan distintos? Ayer salí con amigas a cenar y todas entendieron perfectamente que hubiera desaparecido, en cambio, cuando hablo con amigos dicen que no deje que altere mi vida, que no piense en ello. Cuando acabe esto, que espero que sea pronto, ya os lo contaré, y ya me diréis si es algo en lo que se puede "no pensar".