lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz año

Hoy acaba el 2012. No me da ninguna pena, no lo voy a echar de menos e incluso gritaría ¡yupi! si no fuera por que el 2013 no parece que vaya a ser mejor. Pero como la esperanza es lo único que se pierde, voy a darle un voto de confianza. Para empezar vamos a tomárnoslo por el lado frívolo; esta noche voy a subirme al taconazo, es importante sentirte estupenda para que a los demás también se lo parezcas (aunque sea una ilusión óptica debida a una enajenación mental transitoria). También hay que observar el tema del saneamiento; voy a sacar de mi vida a algunas personas que durante el año pasado no han sido lo que se esperaban y a todas aquellas otras que, simplemente, no me aportan absolutamente nada (estoy haciendo un lista para no olvidarme de ninguna). Finalmente los malditos propósitos. Como he descubierto que al final nunca los cumplo, mis propósitos van a ser despropósitos; como tirarme en paracaídas o hacer parapente, con mi vértigo has escasas posibilidades.
Os deseo a todos un feliz año 2013.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Yo soy single ¿y qué?

Entre "Misión Olvido" y otros libros mi madre me ha regalado "Yo soy single ¿y qué?". Aún no lo he leído, no sé si es bueno o es malo pero me ha dado una alegría enorme recibirlo. Significa que mi madre por fin ha aceptado que mi príncipe azul salió rana, que con mi media naranja han hecho un zumo y que mi alma gemela se perdió en el espacio. Se acabó oír hablar de hijos y sobrinos de amigas y conocidas. Y se acabaron los comentarios de "cuando te cases" o "cuando tengas niños". ¡Soy libre! Me he quitado un peso de encima y me siento totalmente aliviada de la presión que sentía hasta estas navidades. Ahora ya no tengo ni que intentarlo. Porque reconozcámoslo, cuando tu madre lo acepta, te toca un pie lo que piense el resto del mundo. Así que yo soy single ¿y qué?

jueves, 27 de diciembre de 2012

Candidato número 1

Conocí al candidato número 1. Fuimos a cenar cinco para no hacer la cosa demasiado forzada. Nos pasamos la cena hablando de las relaciones entre hombres y mujeres, me sentía examinada con cada comentario que yo pronunciaba. Él daba su opinión, bastante clásica por cierto, aunque no se aclaraba demasiado, decía lo contento que estaba solo y al segundo declaraba las ganas de encontrar a alguien y formar un familia. Esa segunda parte hacía que yo quisiera salir corriendo. Lo cierto es que no hubo química; era simpático, educado, ameno... pero no, había algo que no me convencía. Pero no tardé en descubrir que era, soltó "la frase": Los hombres somos básicos. No la soporto. En ese momento supe que no había nada que hacer. Contesté que yo no entendía a los hombres y creo que a él le pasó exactamente lo mismo. Lo bueno es que como los dos lo vimos clarísimo probablemente he hecho un nuevo amigo sin complicaciones. Ahora sólo espero que después del éxito que han tenido con él, me dejen tranquila el resto de las vacaciones y se olviden del resto de candidatos que tenían en cola. Ya decía yo que no tenían ni idea de lo que a mi me gusta.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Feliz Navidad

Las fiestas ya están aquí. Esta tarde cogeré un tren rumbo a Barcelona (si los mayas me lo permiten) y llegaré a casa dispuesta a que mi madre haga foie conmigo. Porque ¿para qué resistirse cuando sabes que, al final, esos dos quilos de más no te los va a quitar nadie? Al menos voy a disfrutarlos. Ya en enero volveremos al gimnasio y a los puestos de frutas y verduras del mercado. Durante dos semanas voy a dejarme mimar porque yo lo valgo.
Os desearía que os tocara la lotería de Navidad pero he de reconocer que no sería un deseo sincero porque a quien realmente quiero que toque es a mí. Así que os deseo a todos Feliz Navidad y que el año 2013 esté lleno de buenas noticias (que ya va siendo hora) y buenos momentos.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Choque con un autobús.

Ayer mi madre chocó con un autobús. Como ella misma dice: "yo iba por donde no debía, pero no fue culpa mía sino del autobús que surgió de la nada". ¡Estos autobuses! ¡Es que no se les ven! Ella está bien. Y su acompañante, a parte del susto y pensarse dos veces antes de subirse de nuevo al coche de mi madre, también está perfectamente. El coche sólo unos rasguños, se ha cargado la parte de atrás de un espejo retrovisor, pero como el cristal aguanta, puede seguir conduciendo hasta que se lo arreglen. El autobús en cambio... no tuvo tanta suerte. Cuando mi madre bajaba del coche para ver los daños oyó un estruendo de cristales y vio como empezaban a bajar los pasajeros. Y cuál fue su sorpresa cuando vio que la luna delantera del autobús se hacía añicos. No penséis que conduce un todoterreno enorme o algo parecido a un tanque de combate. No, no. Ella es capaz de derribar un autobús con su Clase A. El conductor bajó y mi madre ya estaba preparada para recibir toda clase de improperios, cuando el hombre, blanco como el papel, se acercó a ella preguntando si estaba bien. Insistió varias veces y mi madre insistía en que no le pasaba nada. El pobre hombre creo que aún no ha asimilado el encuentro con mi madre. Finalmente, hicieron el parte amistoso. Sólo ella es capaz de chocar con un autobús y mientras ella sale indemne, el autobús tiene destrozos como si le hubieran lanzado un obús. Entenderéis porque es mejor no llevarle la contraria  ¿verdad?

jueves, 13 de diciembre de 2012

Se me acumula el trabajo

Ayer estuve "wasapeando" con mi coach sentimental. Sí, el mismo que despedí a las 24 horas de haberlo contratado, ha vuelto a su puesto, en periodo de prueba. Está de vacaciones en la otra punta del mundo pero en cuanto encuentra una zona wifi me pregunta cómo van las cosas y comentamos la jugada. En fin, que ayer me dijo que cuando fuera a Barcelona iba a buscarme ganado fresco (él lo llama así, no yo, y es uno de los vuestros chicos, así  que enfadaros con él y no conmigo). Le contesté que una amiga ya se le había adelantado. Le pareció perfecto. ¿Perfecto? Creo que en cuanto vuelva al continente europeo voy a tener que despedirlo, porque aunque lo intenta, no acaba de coger mi mensaje. Así que a parte de los dos candidatos de mi amiga, voy a tener el "ganado fresco" de mi coach. Sólo falta que se les una mi madre y tendré el equipo completo. No necesito ganado fresco, no quiero conocer a "chicos estupendos" que luego resultan ser como todos, lo que quiero y necesito es un poco de tiempo y espacio, pero veo que tendré que buscarlo por mi cuenta.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Los candidatos

Ayer estuve hablando con una amiga que me preguntó cuando llegaba a Barcelona. Entonces soltó la "gracia". Tengo un chico perfecto para ti, te lo presentaré cuando vengas. Se me empezaron a quitar las ganas de llegar. En serio y además se lo demostré. "Bueno, nunca es malo conocer gente nueva" añadió para ver si así yo ponía algo de entusiasmo. No lo consiguió. Luego empezó a venderme la moto: es fantástico (ya veremos), os parecéis en muchas cosas (malo, malo), es encantador (¿de serpientes?), educado (¿por quién?), etc. Yo escuché el cúmulo de virtudes sin inmutarme. Luego, viendo el poco éxito conseguido con ese candidato, me contó que tenía un segundo elemento preparado ¡genial! No quieres taza... Esta vez no se molestó en vendérmelo con tanta insistencia, sólo dijo que podría ser mi tipo. ¿Mi tipo? Ni siquiera yo sé cual es mi tipo. Me han gustado los individuos más variopintos así que no sé como va a ser mi tipo si no tengo ninguno. Y así estamos, a punto de llegar a casa como El Almendro y sin saber muy bien como voy a escaquearme de tanta presentación. Probablemente no me quede más remedio que conocerlos, ya os contaré el desastre.

lunes, 3 de diciembre de 2012

¡Despierta!

Los hombres son todos iguales. Sí, son iguales. No penséis queridas mías que va a aparecer ese hombre distinto que te va a comprender y apoyar. Ese no existe. Es un invento de la naturaleza para la supervivencia de la especie. Lo peor es que nos gustan, que le vamos a hacer. Así que hay que ir despertando y aceptar lo que un hombre está dispuesto a hacer por ti y lo que no. Por ejemplo, puede oírte pero no pidas que te escuche. Su cerebro no está programado para ello. Puede comprender tus palabras pero no tiene ni idea de lo que estás hablando. Puede intuir que algo pasa pero no pretendas que intente averiguarlo. Es demasiado esfuerzo sin confirmación de resultados, porque ellos lo que quieren son resultados. Y sobre todo, lo que nunca puede hacer es tener una conversación seria y sincera. Juegan con tu buena fe. Quedas para hablar y al rato te das cuenta de que la única que has hablado eres tú, que la única que has dicho como te sientes eres tú y encima intentará solucionarlo de la misma manera que arregla el motor del coche. Porque no te olvides, el problema lo tienes tú, él está perfectamente, y no entiende porqué tu estás tan triste (aunque ellos prefieren decir tan rara). Así que una vez aceptado todos estos puntos, ya puedes enfrentarte a ellos: no digas nada, no muestres lo que sientes, sonríe y no les escuches. Juega con sus mismas cartas y puede que te lleves alguna baza.