lunes, 31 de diciembre de 2012

Feliz año

Hoy acaba el 2012. No me da ninguna pena, no lo voy a echar de menos e incluso gritaría ¡yupi! si no fuera por que el 2013 no parece que vaya a ser mejor. Pero como la esperanza es lo único que se pierde, voy a darle un voto de confianza. Para empezar vamos a tomárnoslo por el lado frívolo; esta noche voy a subirme al taconazo, es importante sentirte estupenda para que a los demás también se lo parezcas (aunque sea una ilusión óptica debida a una enajenación mental transitoria). También hay que observar el tema del saneamiento; voy a sacar de mi vida a algunas personas que durante el año pasado no han sido lo que se esperaban y a todas aquellas otras que, simplemente, no me aportan absolutamente nada (estoy haciendo un lista para no olvidarme de ninguna). Finalmente los malditos propósitos. Como he descubierto que al final nunca los cumplo, mis propósitos van a ser despropósitos; como tirarme en paracaídas o hacer parapente, con mi vértigo has escasas posibilidades.
Os deseo a todos un feliz año 2013.

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