viernes, 12 de noviembre de 2010

Supersticiones

No soy supersticiosa pero prefiero que no se me cruce un gato negro ni pasar por debajo de una escalera (por si acaso es cierto). Mi madre no permite que se le pase la sal de mano a mano, hay que acercársela en la mesa para que ella la coja. Lo curioso es que esto lo he visto bastante a menudo. No sé hasta que punto debe ser cierto que si se te rompe un espejo tendrás siete años de mala suerte, ni en que se basan para decir que en martes y trece ni te cases ni te embarques. Lo cierto es que de algún lado habrán salido todos estos dichos y supersticiones y que algún fondo tendrán cuando siguen vigentes.

Yo prefiero no pensarlo. No tengo manías de ese tipo (las tengo mucho peores) porque al fin y al cabo me parecen sólo eso, manías justificadas por dichos populares. ¿Y quién no tiene manías? Así que las acepto y aunque algunas son algo molestas como por ejemplo, el no sentarse en una mesa de 13 ya que puede desmontarte una cena, las respeto. Eso sí, siempre y cuando respeten las mías que aunque no las acompaña un dicho general son igual de aceptables.


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