miércoles, 18 de mayo de 2011

Voto por correo

Ayer cumplí con mi deber como ciudadana, pero he de reconocer que no lo ponen fácil. Todo empezó la semana pasada cuando con un amigo fuimos a solicitar el voto por correo. Te hacen rellenar varios impresos, los entregas y te dicen que cuando te envíen los papeles tienes que estar en casa y que si no estás te dejan un aviso para que los recojas en correos.

El lunes, cuando llegué a casa al mediodía había pasado la cartera y al ver que yo no estaba dejó dicho que volverían por la tarde. Ayer yo no había recibido nada. Según el portero vinieron pero yo no abrí la puerta ¿será porque no llamaron al timbre? En fin, que el cartero se fue con mis papeles y el aviso y empezó mi peregrinación por las oficinas de correos.

Primero llamé al 112, Atención al ciudadano de la Comunidad de Madrid. Me dijeron que tenía que llamar a correos. Llamé a la oficina donde supuestamente yo debía recoger los papeles. Ahí me dijeron que mis papeles no estaban y que tenía que llamar a la oficina de salidas, por lo visto para el mismo barrio no salen y entran las cartas por el mismo sitio. Llamé ahí. Éstos me informaron que una vez el cartero de correo ordinario (en mi caso cartera) no ha podido dejar los papeles pasa a la oficina de urgencias. Una tercera ¡genial! Yo, que ayer estaba cargada de paciencia, llamé a urgencias. Una funcionaria de correos muy amable me dijo que sin mi número de voto era imposible saber donde estaban mis papeles. Que debía llamar al censo, sí sí al censo, pedir mi número de voto y volver a llamarla. Eso hice. En el censo deben estar muy acostumbrados porque me lo dieron sin que tuviera que explicarles absolutamente nada. Volví a llamar a urgencias. Mis papeles estaban ahí. Podía pasar a recogerlos ahí y luego ir a la oficina donde podía depositar el voto (en urgencias no puedes hacer ambas cosas) o esperar a las tres de la tarde y recogerlos en la oficina donde sí podía, llevando el número que me habían dado en el censo. Así que quedé que a las tres iría a recogerlos y votar.

A las tres en punto llegué a la oficina, después de hacer la cola me dijeron que entregas era la otra puerta. Dentro de la misma oficina hay varias puertas que no se comunican entre ellas. Me fui a la otra puerta y ahí me dijeron que lo que me habían contando no era cierto, que si no tenía el aviso significaba que mis papeles no estaban ahí y que los votos no llegaban hasta las siete de la tarde. Volví a llamar a urgencias. Resulta que a las tres es el cambio de turno así que la funcionaria con la que había hablado ya no estaba pero se puso un funcionario muy amable. Me preguntó si llamaba desde el teléfono de la oficina, le dije que no y me pidió mi móvil y así me llamaba él "de gratis". Llamó en seguida y me dijo que mis papeles seguían ahí pero que en 10 minutos estarían en la oficina de entrega.. Sorprendentemente era cierto. Los recogí y de ahí fui a la "otra" puerta, hice otra cola y finalmente conseguí votar.

Luego se quejan del absentismo pero es que es desesperante. Menos mal que al menos en correos son gente amable, bastante desorganizada, pero amable y pusieron todos sus medios para que una pudiera cumplir con su deber. Eso sí, en las próximas me lo pensaré dos veces antes de votar por correo.

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