jueves, 19 de mayo de 2011

Palabrotas

Ayer me llamaron cursi porque no digo palabrotas. Exactamente fue porque en vez de "joder" dije "jolines". Es increíble que, hoy en día, el no decir palabras malsonantes se traduzca en cursilería. Lo siento, a mí no me gusta decir tacos. Es cierto que de vez en cuando, cuando me sacan de mis casillas puedo recitar una retaíla propia de un descargador del puerto de Marsella. Pero ocurre en raras ocasiones. No digo tacos y si por eso me llaman cursi quizás que vuelvan al colegio a aprender el significado de los distintos adjetivos calificativos. Cursi, según la Real Academia de la Lengua es lo siguiente:

1. adj. Se dice de un artista o de un escritor, o de sus obras, cuando en vano pretenden mostrar refinamiento expresivo o sentimientos elevados.

2. adj. coloq. Dicho de una persona: Que presume de fina y elegante sin serlo. U. t. c. s.

3. adj. coloq. Dicho de una cosa: Que, con apariencia de elegancia o riqueza, es ridícula y de mal gusto.


Decididamente no me veo en la primera acepción, no me considero ni artista ni escritora y mucho menos mostrar sentimientos elevados, creo que mis sentimientos son bastante más terrenales. Respecto a la segunda, yo no presumo de nada. Y la tercera, no soy una cosa.

Así que siento que me consideren cursi por encontrar otra manera de decir las cosas sin tener que utilizar palabras que hacen que mi madre suspiré y exclame: ¡para eso tanto esfuerzo en educarte!

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