martes, 24 de mayo de 2011

Mi móvil y yo

Con mi teléfono tengo una extraña relación. Desde el momento en que me encontré llamadas perdidas de mi propio número, me di cuenta que mi móvil tenía una personalidad compleja. Sí, sí, llamadas perdidas de mi propio número, es decir, que mi teléfono se llama a sí mismo para luego no contestarse.

Mi relación con él ha pasado por épocas de adoración absoluta hasta de odio más acérrimo. En este momento estamos en la fase de indiferencia total. Si estoy en casa, solemos estar en habitaciones distintas. Ya no va conmigo por la casa y él, como revancha, hace todo lo posible para que no lo oiga cuando suena. Así que, por la noche, cuando lo pongo a cargar (tampoco voy a matarlo de hambre) me encuentro llamadas perdidas y mensajes que no he contestado. Cuando coincidimos en la misma habitación hay un silencio sepulcral entre nosotros. De vez en cuando me avisa de que tengo un email, mensaje o llamada, como un toque de atención con el que intenta decirme que está ahí. Yo, que sigo bastante pasota, a veces le hago caso y otras no.

En fin, que somos como una pareja que cada vez tiene menos cosas que decirse pero que, en el fondo, no puede vivir la una sin la otra. Supongo, que con el tiempo, acabaremos arreglando nuestras diferencias y volveremos a ser uña y carne pero hoy por hoy, estoy bastante decepcionada con su comportamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario