miércoles, 11 de mayo de 2011

Cegata

Últimamente no me pongo las lentillas. ¿Por qué? Pues porque en este nuevo estado de calma en el que he decidido instalarme es más seguro. Con el ojito que tengo, mejor que no vea nada. Así no hay peligro que me fije en quien no me tengo que fijar porque no lo veo. Es una nueva técnica que espero que funcione. Así que nadie se ofenda si me saluda desde el otro lado de la calle y yo no digo nada, es que no lo he visto.

También me pongo menos los tacones. Si no voy subida al andamio tampoco tengo visión de pájaro. Aunque he de reconocer que me está costando más renunciar a ello. Las cosas no sientan igual con bailarinas. Pero poco a poco me voy acostumbrando.

A ver si consigo un conjunto de técnicas que impidan que me fije en el hombre equivocado otra vez. Entre las lentillas, los tacones, el salir menos y hacer vida de anacoreta creo que estoy poniendo las medidas necesarias pero ¿serán suficientes? ¿O es luchar contra el destino? No creo en el destino así que espero que sí que funcionen.


2 comentarios:

  1. Hola!! buenas técnicas las tuyas para no fijarte en el hombre equivocado, pero... ¿y si pasa el hombre de tu vida? ponte lentillas o te chocarás con alguna farola :)

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  2. Hola!
    Me pasa exactamente igual, tal vez sea una locura pero yo tampoco me pongo las lentillas (sólo las gafas y dentro de casa)... y es que para lo que hay que ver!!! pues mejor no ver nada...

    Lo de los tacones también me cuesta más... pero hay bailarinas y sandalias de lo más preciosas!!!

    Besitos!

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