domingo, 29 de mayo de 2011

He despertado a la bestia

Dicen que después de la tormenta llega la calma. En mi caso es al revés, después de más de un mes de calma total llega la tormenta. Ayer un amigo me aconsejó que sacara el cactus que llevo dentro, yo prefiero llamarlo erizo, y que volviera a ser mala y sin pelos en la lengua. Según él no puedo ir contra mi naturaleza y además me iba a divertir muchísimo más. El problema es que he perdido la práctica después de más de un mes portándome ejemplarmente y me temo que en vez de salir el erizo, lo ha hecho el escorpión. En este momento cuando pincho, enveneno. Y no puedo evitarlo. No puedo callarme. ¡Es un horror! Tengo que volver a mi estado zen. ¿Cómo podemos desequilibrarnos en tan sólo un fin de semana? Es más, no en un fin de semana sino por oír un simple comentario que nos pone de los nervios. Menos mal que hoy es lunes y vuelvo a la rutina y que el jueves amaneceré en la playa donde pienso relajarme unos días para recuperar el orden.

No hay comentarios:

Publicar un comentario