miércoles, 6 de octubre de 2010

Salidas nocturnas

La mayoría de mis amigas están casadas y tienen niños. Eso es maravilloso hasta el momento en que se organiza una cena de amigas o una salida nocturna. Algunas de ellas lo tienen muy bien arreglado. El marido sabe que si hay cena de amigas él se queda con los niños. Eso es posible a que esas cenas ya existían mucho antes de que ellos se casaran, así que no hay opción, aunque de vez en cuando lo intenten.

Otra técnica que he oído es el pillarlo por sorpresa. No hace mucho, me encontré a la hermana de un amigo mío tomando un vino con unas amigas. Me explicó que le habían llamado sus amigas y que ella se plantó ante su marido y le dijo: "Me voy a tomar un vino, no tardo". Él se quedó petrificado, sólo pudo contestar: "¿Te vas de verdad?" Y ella, sin dudarlo, le dijo que sí y salió por la puerta. Ese día él se encargó de baños y cenas. Ella, además explicaba, que si en vez de eso le hubiera dicho desde el lunes que había quedado ese jueves con amigas, él habría encontrado la manera de que ella no se fuera.

Parece ser que tener familia y salir de vez en cuando con las amigas es de difícil combinación. Tienes que vender un favor o usar estrategias militares para que no haya un cisma en aquella casa. En cambio, ellos sí pueden tomarse una copa después del trabajo, o salir a cenar con los amigotes, o pasarse la tarde del sábado en un bar viendo un partido de fútbol. Ya estás tú para quedarte con los niños.

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