martes, 5 de octubre de 2010

Incasable

Definitivamente me declaro incasable. Mis amigos lo han intentado presentándome a un montón de chicos estupendos (el viernes pasado sin ir más lejos, pero yo no le interesé nada). Todas las amigas de mi madre con hijos solteros me cuentan lo maravillosos que son y que hay que organizar algo para que los conozca (luego resultan ser algo pipiolos para mí), alguna prima mía también lo ha intentado, y nada. Sigo soltera, y lo peor de todo, lo que hace que sea realmente incasable, es que no me importa.

Hay quien dice que es culpa mía. Que entre mis ataques de pánico y mi poca diplomacia hago maravillas para espantarlos. Cuando al cabo de unos días de conocer a alguien, éste deja de llamar, la primera pregunta que escucho de mis amigas es: ¿qué le has dicho? Tampoco es para tanto ¿no? No siempre es porque YO he hecho o dicho algo. Vale, cuando me entra el ataque de pánico suelo correr y correr hasta que veo que ya no pueden alcanzarme, y la diplomacia... la mayoría de las veces es porque me provocan. Además, si actúo así será porque no lo veo nada claro. O, a veces, porque lo veo clarísimo.

Así que repito: me declaro incasable. Lo siento por mis amigas que les apetece una boda más que a un caramelo a un niño, la mía de momento, va a tener que esperar...

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