jueves, 14 de octubre de 2010

Cosa de dos

Hay personas que les encanta complicar lo que es sencillo. Parece que cuando todo es fácil no es tan interesante o divertido que cuando es un engorro. Pero además, es que cuando la relación es difícil también les entretiene que lo sea aún más. A mí, las relaciones complicadas me agobian.

Creo que las relaciones han de ser fáciles, partiendo de la base que nunca pueden serlo del todo. Que dos personas se acoplen a sus horarios, caracteres y manías lleva su tiempo. Pero si estás por que las cosas fluyan con naturalidad no tiene porque ser tan terrible. El problema viene cuando la otra parte no colabora. No siempre conscientemente, pero como tú, se ha montado su vida y no está dispuesto a ceder así por así. Por lo tanto, por más que tú intentes que todo vaya bien, es completamente imposible ya que una relación es cosa de dos.

Tengo más de una amiga que en este momento están metidas en relaciones difíciles y, en vez de estar en las nubes porque han encontrado a alguien que las quieren y las comprenden, llevan una cara de agobio y de tristeza que se te cae el alma a los pies. Normalmente son cosas sin importancia, pero que van calando poco a poco y van quitando las ganas de continuar. Lo peor es que no les puedes decir que quizás no sea la persona idónea porque en cuanto vuelvan a quedar con él se les olvidará todo, excepto que a ti no te gusta su novio. Y no es que no te guste, es sólo que no te parece que sea el adecuado.


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