jueves, 21 de octubre de 2010

Filemón y Baucis

Cuenta Ovidio en sus "Metamorfosis" una historia que a mí me marcó desde que la leí en el colegio y es la de Filemón y Baucis. La historia es la siguiente:

Zeus y Hermes, disfrazados de mortales, llegan a Frigia y piden cobijo en las casas pero nadie le abre, hasta que llegan a la casa del matrimonio Filemón y Baucis. Un matrimonio muy humilde que les ofrece cobijo y les da bebida y comida. Filemón se da cuenta de que los desconocidos no son mortales sino dioses y les ofrece el ganso que tenía guardado. Zeus, viendo la generosidad del matrimonio, a parte de salvarlos de la destrucción de la ciudad, les ofrece un deseo a cada uno, el que quieran. Filemón y Baucis, por separado, piden lo mismo. Morir al mismo tiempo, ya que no podrían soportar la tristeza de vivir el uno sin el otro. Zeus les concede el deseo y, cuando llega su hora, los convierte a cada un en un árbol que se inclinan el uno hacia el otro.

No piden ser ricos, tener poder, salud, o cualquier otra cosa terrenal, piden no separarse jamás. Con esta historia he crecido y así me va... Cada vez que me enamoro me pregunto ¿Podría vivir sin él? Le quiero mucho, sí, pero ¿realmente podría vivir sin él? Y hasta ahora la respuesta siempre ha sido sí... con muchísima tristeza por supuesto, pero sobreviviría. Bien, yo no quiero eso, como dice Sabina: "Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres"

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