lunes, 22 de febrero de 2010

El abismo

Al borde del abismo es como me sentía ayer. Hablé con algún amigo pidiendo que me empujara para así acabar cuánto antes con ese malestar. No era depresión sino un catarrazo que me dejó toda la tarde postrada en el sofá. Era una tarde lluviosa de domingo así que me instalé delante de la tele con una manta, una infusión y agarrada a un "kleanex". En realidad no era para tanto pero soy muy mala enferma aunque soy consciente que no tengo derecho a quejarme, es el primero que cojo en todo el invierno, y teniendo en cuenta el "tiempecito" que ha hecho, he tenido mucha suerte.

El problema que tengo cuando estoy así es que mi cabeza cree que va a explotar (a parte de que me duele todo el cuerpo) y empieza a dar vueltas a las cosas más absurdas. Y como mi mente no está en la mejor de sus facultades, no consigo llegar a conclusiones reales y lógicas. En vez de eso, crea las más increíbles paranoias y se entretiene en fundamentarlas. Por suerte hoy ya estoy mucho mejor y he escondido en algún rincón de mi cerebro todas esas comeduras de coco para no volver a ellas durante una temporada. Eso sí, voy dopada a base de paracetamol y aún no he conseguido separarme del pañuelo...

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