martes, 8 de febrero de 2011

El sentido del humor

Va un caracol y derrapa. ¡Menuda tontería! Pues esta tontería a mí me ha hecho reír más de una vez (tranquilos, ya no, he madurado un poquito). Todos tenemos un sentido del humor particular que, además, con el tiempo va cambiando. ¿Por qué quién a los 8 años no se ha reído a carcajadas con los chistes de Jaimito? Ahora yo prefiero los Simpson o Friends. Puedo ver los mismos capítulos una y otra vez y sigo riéndome. En cambio, la segunda vez que veo uno de Mr. Bean, me parece un poco pesado. Luego hay a quien le encanta Torrente, algo totalmente incomprensible para mí, o Jim Carrey, ¡aaaahhggg! También existe el que no puede evitar reírse cuando ve a alguien caerse. Saben que no deberían, pero es superior a sus fuerzas. Yo, como normalmente soy la que los contemplo desde el suelo, no puedo simpatizar con ellos. ¿Y qué me decís de personajes como Chiquito de la Calzada o El Nen? Tampoco, no son para mi sentido del humor. Ahora están de moda los monólogos. Los hay divertidísimos, lo reconozco, pero muchísimos de ellos se van al chiste fácil o a la broma de mal gusto. Y no soporto cuando para ser gracioso hay que ser cruel. Eso me saca de quicio.

Cada uno tiene la clavija de la risa en un sitio distinto, y hay que tener cuidado porque cosas que a ti te hacen llorar de risa, al de enfrente puede no hacerle ni pizca de gracia. Es más, puedes estar tocando un tema delicado para alguien, debido a sus circunstancias personales. Así que hay que ir con ojito con "las gracias" que uno va soltando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario