martes, 25 de enero de 2011

Los puntos suspensivos.

¿Qué tendrán los puntos suspensivos que los usamos tanto? Cuando no queremos acabar una frase o cuando queremos dar a entender algo que no nos atrevemos a escribir con todas y cada una de las letras, ponemos puntos suspensivos. Yo los uso bastante, he de reconocerlo. Pero últimamente, cuando recibo un mensaje y la frase acaba en puntos suspensivos, me pone de los nervios. No sé si quiere decir algo o no quiere decir nada. Hace nada recibí uno de esos en que los puntos suspensivos pueden decir mucho. Pero también pueden ser un simple uso cotidiano. Y ahí estoy yo, intentando leer entre líneas (o más bien, entre puntos). Y comiéndome el coco sobre lo que habrán querido decir esos tres puntitos. Yo los he utilizado muchas veces para lo mismo y como siempre digo: todo lo que va vuelve. Así que lo he decidido: no más puntos suspensivos en mi vida (vamos a intentarlo aunque no prometo nada). Y pido perdón por cada dolor de cabeza que mis puntos hayan podido dar.

No sabéis lo que me ha costado escribir esto sin puntos suspensivos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario