domingo, 30 de enero de 2011

La anticita

El sábado me contaron lo que de ahora en adelante se puede considerar la anticita. Aún no he cerrado boca y eso que yo también he tenido alguna flipante. Resulta que a esta chica le montan una cita a ciegas. Les presentan en una cena y de ahí, él la llama para verse. Tras varios intentos, por fin encuentran un día para quedar: un domingo. Él, cuando la llama para confirmar la cita le dice que porqué no quedan para hacer una típica comida madrileña de domingo. Ella se imagina de pinchos por La Latina, un brunch o incluso un picnic en el Retiro. Sí, sí, inocente, él tenía otra idea. Le dice que porque no van a comer una ensalada a Fres&Co. ¡Aaaaaggghhh! ¿Se puede ser más cutre? En fin, ella pensando que no hay que tener tantas manías, accede. El sitio no es que sea ideal pero si está en buena compañía con una conversación agradable ¿qué más da todo lo demás?

El problema llega en el momento de la conversación. Él le habla de su ex-mujer y de las cuatro novias que ha tenido desde que se separó, dando más información de la que ninguna mujer queremos saber, sobre todo si acabamos de conocerle. Más tarde, le ofrece trabajo pero añade que si van a tener algo juntos, no se sentiría muy cómodo que trabajaran en el mismo sitio. Ella no para de alucinar, primero: YA tiene trabajo y mejor que del que le está ofreciendo y segundo: ¿tener algo juntos? ¡Por favor! ¡Qué me has llevado a comer un domingo al mediodía a un buffet libre de ensaladas! Pero no queda ahí la cosa, no. Para acabarlo de arreglar le dice que antes se fijaba mucho en el físico de las mujeres y que todas sus novias eran guapísimas pero que ahora eso ya no era tan importante. "¿Me esta llamado fea?" pensó ella. Así que cuando la dejó en casa ella respiró de alivio, por fin, se había acabado.

Hay muchas maneras de tener una cita horrible. También me contaron una en la que él dijo "Mejor Vips no, que es muy caro" O el que la dejó en casa después de un cine porque su madre le esperaba con un pollo rebozado con pimientos. Hay que ser torpe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario