martes, 18 de enero de 2011

El ego

Los hombres tienen el ego bastante alto, sólo hay que ver como les gusta que les riamos las gracias (que no siempre nos parecen divertidas), como les encanta que les admiremos o como disfrutan hablando de sus "batallitas" en las que ellos se imponen como los grandes vencedores. Esto es algo general, luego además, hay un subtipo de hombre, que no sólo tienen el ego en el último piso del Empire State, sino que, encima, lo tiene sensible. Es decir, que no aceptan tu opinión con mucha deportividad a no ser que sea SU opinión.

Tengo un amigo que, aunque no lo reconocerá nunca, sé que le molestó que no me gustara la corbata que había elegido para esa noche. Me preguntó que me parecía y yo le contesté la verdad, la corbata no me gustaba. "¡Pero si es de Hermés!" me dice sorprendido. Como si estuviera hecha a mano por la misma Coco Chanel, a mí no me gustó. No se enfadó, claro, pero se picó y quiso colgar rápidamente. ¡Hay qué ver que sensibilidad! Cuando tampoco es que él sea la delicadeza personificada...

Otro se enfadó porque quería llevarme a cenar y cuando le dije que no podía porque estaba con fiebre en cama, se molestó. Él tenía el plan organizado, "le apetecía salir esa noche" me dice y va y yo la fastidio ¿no? Claro, si lo hago a propósito, si mi plan perfecto para un viernes es quedarme en casa con la cabeza como un bombo y con la caja de Kleanex como única compañía...

En fin, que no aceptan críticas de ningún tipo, porque si se ponen así con la ropa o porque un plan les falla, ¿cómo reaccionarán cuando opinemos sobre cosas realmente importantes?

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