lunes, 27 de septiembre de 2010

El orden de los factores...

Dicen que las matemáticas son las ciencias exactas. Exactas, exactas... yo no diría tanto. Bueno, vale, las matemáticas y yo nunca hemos sido amigas, aunque se me dé bien el cálculo, jamás entendí una derivada. A lo que iba, las matemáticas tienen leyes, en teoría, inalterables. Bien, pues yo he descubierto algún que otro fallo en algunas de ellas. ¿Seré la futura Einstein? (No te pases, no te pases). Ahí van dos de mis teorías.

El orden de los factores, sí altera el producto, y ¡de qué manera! Alguna vez me han preguntado que es lo que pido a un hombre y siempre respondo que, entre un millón de cosas, hay tres que no pueden faltar: que sea buena persona, que me quiera y que me haga reír. Esas tres son esenciales y por ese orden. Prefiero a una buena persona que no me quiera, que una mala persona me quiera muchísimo. El hecho de ser buena persona (aunque no te quiera) hará que nunca intente hacerte daño. Pero una mala persona (por mucho que te quiera) te matará a disgustos.

Otra de mis teorías es que no siempre 18 es 16. Ayer estuve haciendo una lista de pros y contras sobre un tema en particular que prefiero no explicar ahora. Me salieron 18 pros y 16 contras. Y pensé "aaaahhh, mira, pues está clara la decisión." Pues no, porque entre esos 16 había uno que era insuperable. Ni los 18 pros juntos podían contra ese punto negativo. Así que sí, la decisión estaba clara, pero no como las matemáticas me aconsejaban.

Si leyera esto mi profesora de matemáticas del colegio tendría un suspenso seguro pero como no lo lee (que yo sepa) y además ya no puede ponerme nota, insisto en mis teorías.

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