lunes, 6 de septiembre de 2010

De vuelta

Estos días los telediarios no dejan de comentar los síntomas de la depresión post-vacacional. No me extraña. Yo, he de reconocer, me he tomado unas buenas vacaciones, cinco semanas, día arriba, día abajo. Finalmente hubo que hacer la maleta y volver a la realidad. En algún momento de ese día fatídico estuve a punto de pasar de todo y perder conscientemente un avión. Pero no, no lo hice, siempre he sido bastante responsable (vale, no siempre, pero me estoy haciendo mayor).

Despegué de un isla paradisíaca para aterrizar en Madrid, que encima, me había preparado un montón de nubes para darme la bienvenida. Era como si quisiera decirme: espero que hayas disfrutado porque yo no pienso ponértelo fácil.

Sí que he disfrutado. He disfrutado de la playa, el barco, las comilonas de cuatro horas, el vinito fresco, las partidas de cartas y de la más de media docena de libros que he leído. Este año me había propuesto disfrutar más del día y dejar la noche para dormir y recargar pilas. Excepto dos noches, el resto lo cumplí a rajatabla. Como le dije a mi madre: yo vengo sociable pero no social. Aún así, he de decir, que el verano ha resultado interesante, sorprendente y me han dado cantidad de tema para el blog. ¡Increíble!

1 comentario:

  1. la vuelta es muy dura... a mi me queda una semanita solo de vacaciones :(
    ánimo!!!

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