martes, 16 de marzo de 2010

El sabelotodo

Hay gente que cree tener la verdad absoluta en sus manos. ¡Qué suerte! Yo a veces me cuesta saber, incluso, como me llamo. Me pasa casi todas las mañanas. Pero otros han sido bendecidos con el don de la sabiduría y como ellos lo saben es imposible hablar con ellos de nada.

Algo tan tonto como una ensalada puede convertirse en una discusión. Recuerdo una vez que llegué yo feliz con mi ensalada, preparada como a mí me gusta, y una colega la miró, metió el tenedor en mi plato y con sonrisa condescendiente dijo: "está muy buena, pero estaría mejor si le hubieras puesto tomate". ¡¿Es que tiene opinión para todo?! Obvié el explicarle que yo no tomo tomate crudo, que no lo soporto, y que por eso "mi" ensalada no tenía tomate. Simplemente seguí comiendo ignorándola. Eso creo que le sentó peor que si le hubiera dicho que yo era una cheff mundialmente famosa por mis ensaladas.

Luego hay lo que saben de "primera mano" cualquier tipo de información. Tu te enteras de algo sobre una persona o una empresa y lo comentas con tus amigos. Pero entre ellos siempre hay el que dice: "eso no es así porque mi hermano, padre, cuñado, novio de la prima de la hermana de mi novia... es íntima de X o conoce esa empresa y dice que..." y tu te preguntas pero ¿a quién no conoce este individuo? ¿Cómo puede estar metido en absolutamente TODO?

Finalmente existe el que tiene solución para cualquier cosa, desde arreglar el dvd hasta poner fin al conflicto palestino-israelí. Trata a los demás (incluida tu misma) como perfectos inútiles. Pues si sabe solucionar cualquier cosa, yo me pregunto ¿por qué sigue habiendo problemas en el mundo? ¡Será egoísta!

No hay comentarios:

Publicar un comentario