martes, 27 de septiembre de 2011

West Point

Este verano, uno de mis destinos ha sido Benidorm. Nos fuimos cinco amigos al apartamento de uno de ellos y lo pasamos como enanos. Nunca había estado ahí y el domingo, cuando nos íbamos, todavía flipaba por el "skyline". En fin, todo fue de maravilla, quien nos había convocado nos llevó a cenar a sitios estupendos e hizo de maestro de ceremonias a lo grande, incluso por la mañana, en cuanto se levantaba, se iba a la panadería a buscar pastas para el desayuno. También nos descubrió "Benidorm by night" y nos enseñó bares divertidísimos, en uno de ellos incluso acabamos comprándole un cd y pidiéndole que nos lo firmara, al irlandés que tocaba en vivo (bueno, vale, ya llevábamos alguna copita, pero como recuerdo es la bomba). Además no se había visto en otra en su vida, porque no creo que el resto del público, todos irlandeses borrachos como cubas, le hayan pedido jamás un autógrafo. Y ahí lo tengo yo "to Sofia, gracias". No se ha estirado mucho pero tampoco es que yo haya montado su club de fans.

Eso sí, este amigo mío no puede estarse quieto, así que para poder hacer las miiiiles de cosas que tenía pensadas nos llevó a toque de corneta: ¡A la playa! ¡A ducharse! ¡Cinco minutos, cadetes! Así que ni siquiera tuve tiempo de secarme el pelo por lo que me pasé todo el fin de semana siendo la versión blanca de Diana Ross. Acabé llamándolo, con cariño pero con firmeza, sargento chusquero y descubriendo que estoy preparada para la carrera militar. ¡Yupi!

No hay comentarios:

Publicar un comentario