martes, 7 de diciembre de 2010

El acueducto

Este puente es tan largo que casi se puede llamar acueducto. Yo he decidido quedarme en Madrid y así poder contagiarme del "ambiente" navideño, es decir, la masa de gente en las calles, las tiendas abarrotadas, las luces que este año en Madrid que te ciegan y marean y los adornos. No sé quién ha elegido las luces pero se ha lucido. En Serrano te quedas totalmente ciega con la violencia de los colores y en Ortega y Gasset han colgado una especie de lámparas con sucedáneo de flor de lys incluida, eso sólo para empezar.

La compra de regalos navideños, he de confesar, de momento está bastante retrasada, al menos tengo ideas, que otros años a estas alturas, ni eso. Eso sí ya he adornado mi casa. No a lo americano claro, no hay luces, ni árbol, ni Papá Noeles saliendo por la ventana. Lo mío es un poco más austero ya que si no me gusta disfrazarme a mí, menos me va a gustar disfrazar mi casa.

También tengo el billete de tren para irme a casa (y el de vuelta) y la lotería. Este año tengo bastantes números entre los que compra mi madre a la familia, el que compramos entre varios amigos, el que intercambio con una amiga... a ver si toca... aunque a mí no me toca nunca nada, ni siquiera los de "regalo seguro", por lo que no creo que este año sea distinto. Eso sí, si después de fiestas, estamos en febrero y yo no he vuelto a aparecer por aquí, buscadme en alguna playa en Australia.

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