viernes, 10 de diciembre de 2010

Chino mandarín

Estoy recibiendo clases de chino mandarín, sí, sí, chino mandarín. ¿Es difícil? ¡Nooooo, es dificilísimo! Pero ahí estamos, intentándolo. En clase somos la profe y tres alumnos, aunque fijos, fijos, somos dos. La profe, que se llama Sofía, (ya es casualidad ¿eh?) es una china que habla bastante bien español pero, he de reconocer que cuando pronuncia algo mal en nuestro idioma me alegro... significa que a ella también se le complica la pronunciación como a mi la de su idioma (da apoyo moral). Diga lo que diga, y por mucho que insista, hay muchísimas sílabas que se pronuncian exactamente igual, y lo peor es que tienen significados totalmente distintos.

Pero eso no es lo peor, lo peor del chino no es que la pronunciación sea casi imposible, o recordar un vocabulario que suena todo a "ching chang cheng", no, lo peor de todo es escribirlo y recordar lo que significa cada carácter. Si yo ya tengo una letra horrible en español ¿os imagináis en chino? Así que nos manda una especie de "cuadernillos Rubio" para practicar y aunque se parece el modelo con lo que escribo, sólo llego a eso, a que se parezca, y encima cuando tengo que escribirlo en la pizarra no me acuerdo de casi nada. He optado por intentar ver parecidos, como este carácter es como una puerta, este una casa... pero ni aún así. Todo sea por la causa, porque nos guste o no, los chinos se nos van a comer con patatas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario