jueves, 20 de mayo de 2010

Las camareras

¿Que tendrán las camareras que a los hombres les encanta? Tengo varios amigos, y digo varios porque no es ni uno ni dos sino bastantes, que ellos mismos reconocen que les encanta tontear con las camareras. Así que, cuando vas con ellos a tomar algo y llega ella a preguntarte que vas a tomar, no pueden evitar sonreír o hacer alguna broma. Da igual que sean altas, bajas, guapas o feas, mientras les sigan el juego, ellos son felices. Evidentemente, si la camarera está de escándalo, la sonrisa será más sincera y el chiste menos fácil. Para demostrar lo ingeniosos que son, supongo... Tu, mientras todo eso ocurre, has dejado de existir. Será un milagro si ha oído lo que quieres tomar y poco probable que lo haya oído bien. Una vez la camarera se ha ido, el chico vuelve a prestarte atención.

En cambio, como tenga mala suerte, y en vez de camarera sea camarero, pobre de tí que le sonrías o le hagas una broma. Sale entonces el hombre acaparador que con una mirada furibunda al camarero pedirá de malos modos lo que los dos vais a tomar. Te recriminará que tontees con todos y que le parece una falta de respeto hacia él que encima lo hagas delante suyo. El pobre camarero se ha quedado sin propina y tu con ganas de sonreír hasta a la farola sólo para fastidiarle.


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