martes, 19 de enero de 2010

Te llamo

Es sábado y te ha invitado a cenar a ese restaurante japonés que está tan de moda y es dificilísimo conseguir mesa. Luego te lleva a tomar un gin & tonic a ese bar glamuroso donde puedes ver alguna cara famosilla. Te lleva a casa, se baja del coche, te acompaña hasta el portal. Tú le dices lo bien que te lo has pasado y le das las gracias por la cena y él entonces pronuncia la frase: "Te llamo". Así que tu entras en casa diciéndote la suerte que has tenido de conocer a un chico tan educado, divertido, listo y además guapo. Has pasado una noche perfecta.

Al día siguiente, sólo levantarte pones el teléfono en marcha. Puede que llame para un cine. Vas a comer con tus amigas y les cuentas lo bien que fue la noche anterior. Pones el teléfono encima de la mesa y lo vas mirando cada dos minutos. Te llama tu madre, le cuelgas rápido, no vaya a ser que JUSTO en ese momento él decida llamarte. Te llama una amiga para ir al cine, le dices que no puedes, mentira claro, pero ¿y si él te llama para quedar? Por la noche piensas, "tampoco iba a llamar al día siguiente"

Lunes. Otra vez la misma historia sólo levantarte. Llegas a la oficina y vuelves a no despegarte del móvil, ni siquiera en esa reunión tan importante con tu jefe. Lo tienes en silencio pero bien pegadito a tí. Hoy estás segura que va a llamar. Al menos para preguntarte como ha ido la reunión... Le contaste lo importante que era durante la cena... Seguro que llama para preguntar (¿y ya de paso para quedar?). Cuando te vas a dormir te dices a tí misma, vete a saber el día que ha tenido, debe estar super liado, pobre...

Martes. Hoy sí que sí. Hoy llama.

Miércoles. Bueno, hoy tendrá que decir algo, ¿no?

Jueves. Mañana es viernes, ¿no pretenderá llamarme el mismo día?

Viernes. Mmmm... si no llama hoy ¿es que no vamos a vernos en toda la semana?

Sábado. Te llaman tus amigos. Hay una fiesta divertidísima en un bar a las 9 de la noche. Tú dices que intentarás pasarte, y puede que vayas acompañada (por si llama). Llegas a la fiesta a las 10 sola. No disfrutas demasiado porque cada cinco minutos sacas el móvil del bolso ya que aún tienes la falsa esperanza de que llame y te da pánico no oírlo. Llegas a casa a las cinco de la mañana totalmente deprimida porque ya sabes que no va a llamar.

En fin, ¿qué necesidad hay de decir "te llamo"? Con un simple buenas noches, lo he pasado estupendamente, es suficiente.

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