domingo, 17 de enero de 2010

Pistas

Por lo visto es fundamental dar pistas, o al menos eso es lo que me dijo una amiga el otro día tomando unos pinchos en Madrid. Lo cierto es que es algo que me dice todo el mundo así que antes de rechazarlo, que es lo que me pide el cuerpo, vamos a pensarlo un poco, no vaya a ser que tengan razón.

Según la mayoría de mis amigos, por no decir todos, mi problema es que no doy pistas. Partiendo de la base de que mi timidez me lo impide, no le veo solución. Pero imaginemos por un momento que yo no tuviera pánico a casi todo, que fuera extrovertida y que no me preocuparan las consecuencias de mis actos y que por una vez me decidiera a dar pistas. Hay distintos grados de pistas, las que te dicen que hay agua, las que te dicen el nivel del agua y hasta las que te dan la temperatura del agua. Es más, tengo una amiga que defiende que si encima le tiras un flotador, mejor que mejor.

¿Pero en que consisten realmente esas pistas? ¡Ah! Eso es un misterio. Según esta teoría, tienes que sonreír, ser especialmente simpática y cariñosa y además reirle todas las gracias. Sonreír, sonrío cuando me sale de dentro, simpática, no creo ser antipática y menos si el de en frente me gusta, cariñosa, bueno, eso he de reconocer que no lo soy mucho y, finalmente, reirle todas las gracias, lo siento pero es que ha de tener gracia y no siempre la tiene. Así que sigo igual, sin saber realmente que tiene que hacer una para que él se entere.

En realidad todo este rollo de las pistas es un invento para decirme que es culpa mía en vez de la verdad, que es que yo no le gusto (por lo visto hay quien cree que eso me va a sentar mejor). Cuando a un hombre le gustas le dan igual las pistas, le da igual si hay agua en la piscina, se tira y si se da de cabeza, se cura y punto. Además yo no tengo ningún problema en no gustar a alguien, no puedo gustar a todos, igual que yo no me siento atraída por todos. Es ley de vida.

Me gustaría creerlo, pero no, no creo en las pistas. Eso no quiere decir que no sea más atenta con quien me gusta que con otra persona, pero eso es algo natural, no planeado y ensayado antes. Cuando dos personas se gustan no necesitan tanto artificio para demostrarlo. Así que a ver si volvemos un poco a la naturalidad porque tanta estrategia me da dolor de cabeza.

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