lunes, 18 de enero de 2010

La ola

Un amigo (lo siento JM., pero no podía evitar el contestar) ha publicado hoy en Facebook la siguiente frase: "las mujeres son como las olas, siempre viene una mejor". ¿Menuda joyita de la literatura eh? En fin, dejando a un lado la crítica literaria (no soy yo quien para hacerla) creo que la contestación es "ten cuidado o acabarás ahogándote entre tanto oleaje"

Los hombres nunca están contentos con lo que tienen. Que más da que la ola se castigue en el gimnasio, pase hambre, gaste un pastón en moda y cosmética, trabaje el doble para conseguir la mitad de reconocimiento y sueldo y encima no se queje yque escuche, comprenda y consuele, si después llegará otra con 20 años menos que le hará creer a él que aún es joven y abandonará a la primera sin remordimientos.

Chicas, lo tenemos claro, o empezamos a exigir que se reconozcan nuestros méritos o dejamos de castigarnos. Estoy cansada de tener que demostrar que soy más lista, más divertida, más, más, más... Mientras ellos, como si estuvieran delante de un escaparate, nos observan y analizan. ¡Es agotador! Y encima el resultado tampoco es como para echar cohetes. Porque ellos, en cuanto se sienten seguros les sale esa maravillosa "barriguita", se olvidan de las fechas importantes y ya no tienen interés en llevarte a ningún sitio. ¿Para qué? Si ellos ya saben que tú no les vas a dejar tirados.

No todos son así, por supuesto, pero están escondidos en algún remoto lugar donde ni Indiana Jones podría encontrarlos. Y la verdad, yo cada vez estoy menos aventurera.

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