jueves, 21 de enero de 2010

La fama

Tengo mala fama. No esa clase de mala fama (¡malpensados!). Lo que tengo es fama de cerrada e incluso hay quien piensa que soy arisca. Y todo por un perro que maté en el principio de los tiempos.

El dicho "coge fama y échate a dormir" es totalmente cierto. Da igual que la fama la adquirieras con 7 años. 25 años después la gente piensa que sigues igual, que no has cambiado. Vale que tampoco me he convertido en la persona más cariñosa del planeta, pero de ahí a decir que soy como un erizo... En fin, que por más que intento demostrar que no soy tan tremenda, las circunstancias no me ayudan.

Hace poco conocí a alguien, (no voy a decir ni cuando, ni donde) y me pidió el teléfono. Se lo dí sabiendo que no iba a llamar. Esas cosas a veces las sabes. Cuando fueron pasando los días y no llamaba, alguien me preguntó ¿pero le diste tu teléfono verdadero, no? ¡Pues claro que le dí el verdadero! Vaya, que antes que pensar que yo tenía razón, que tan sólo nos habíamos caído bien pero no había nada más, los de mi alrededor prefirieron la opción de que le había dado otro número a propósito.

Así que tendré 80 años, habré creado la asociación "Que bonito es darse un abrazo", agobiaré a mis nietos de achuchones y cuidaré a 3 perros, dos gatos y un pollito y aún dirán que soy fría como el hielo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario