viernes, 25 de marzo de 2011

Día hogareño

Esta noche me apetece quedarme en casa, ponerme una película de las que me gustan, comer chucherías e irme a dormir tempranito. No sé si es por el día tan gris que hace ahí fuera o porque mañana a las 7 de la mañana es la clasificación del primer gran premio de Fórmula 1 o porque simplemente necesito una noche tranquila. Voy a instalarme en el sofá y a no ser que Pierce Brosnan venga a buscarme no va a haber quien me mueva. Bueno, vale, en realidad, sólo son las 10 de la mañana y puede que para las 11 ya haya cambiado de opinión, que me conozco. He de reconocerlo, soy un poco volátil en cuanto a decisiones se refiere. No a las decisiones importantes, pero sí a las cosas tontas del día a día. Como ésta: ahora mismo he decidido que hoy viernes me quedo en casa. Pero esta decisión es tan endeble que no me jugaría ni un céntimo en ello. Hay gente que tiene cada acción del día decidida e incluso cronometrada y no hay manera de moverla del plan que se había trazado, lo que deja poco campo para la improvisación ¿no? Tampoco es que haya que ir por el mundo sin planear nada, pero los planes están para cambiarlos y mejorarlos, o ¿por qué no? simplemente ignorarlos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario