miércoles, 2 de junio de 2010

SMS

El otro día pillé en FDF antiguos capítulos de Camera Café y volví a ver uno de los más divertidos. Benito, el guardia de seguridad, cuenta que ha conocido a una chica la noche anterior y que le pidió el teléfono. Va preguntando a todas las chicas de la oficina que si le envía un sms esa misma mañana suena muy desesperado. Y si es así, cuando debe enviárselo. Por supuesto, cada una le da una respuesta diferente.

Va pasando la mañana y, por fin, decide que él quiere enviárselo y que va a hacerlo en ese momento, sí o sí. Y entonces llega el segundo problema, ¿qué pone? Y vuelve a preguntar a sus compis. Esta vez, las respuestas son aún más difíciles de conciliar. Que si el mensaje ha de ser divertido, pero no de graciosillo, cariñoso pero no empalagoso, que se note que tiene ganas de verla pero no desesperado... en fin, nada fácil.

Lo peor de todo es que es cierto. El primer sms que recibimos de un chico que nos hace gracia (aún no nos ha dado tiempo ni siquiera de que nos guste) solemos analizarlo palabra por palabra y como por coma. No queremos la calidad literaria de un Cervantes, pero tampoco queremos un sms estándar. Nos gusta que se note que está dedicado a nosotras. Nos gusta que nos saque una sonrisa, pero no es necesaria la carcajada y mucho menos el chistecillo fácil y sin gracia. Nos encanta que lo envíe en seguida, pero no soportamos que luego pasen días sin saber nada... un poco de coherencia, por favor. Y sí, que sea cariñoso, pero tampoco de pulpo desesperado.

Estas son sólo algunas pistas pero lo que no debe faltar nunca es que sea sincero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario