martes, 5 de junio de 2012

Facebook y los ex

Generalmente, a no ser que alguien se porte conmigo de manera totalmente imperdonable, no se me pasa por la cabeza quitar a nadie de Facebook. De entre mis ex, sólo hay uno que jamás estará ahí, pero lo bueno es que todo ocurrió antes de que Facebook existiera, así que cada vez que él intenta que le agregue como amigo, le doy a ignorar y listo. Sí, sí, años más tarde, sigue intentando que seamos amigos. Con amigos cómo él no necesito enemigos, gracias. Pero eso es otra historia. Con el resto de ex (tampoco creáis que hay tantos) tengo o una relación de amistad o una relación de indiferencia total. La relación de amistad ha llegado después de bastante tiempo, no se puede ser amigos hasta que las heridas por ambas partes estén curadas, cicatrizadas y haya habido una operación de cirugía estética para que desaparezcan del todo. Luego hay esa otra relación (por llamarle de alguna manera) en que no hay comunicación alguna. Lo cierto es que cuando acabó ni pensé en Facebook, hasta que de pronto un día, ahí estaba, había compartido algo. ¿Quitarlo? ¿Ahora? ¿Para qué? Tal y como son los hombres, en seguida se lo toman de manera que su ego suba como la espuma. No piensan "no quiere saber nada más de mí" sino "sigue coladita por mí y no puede soportar el verme ni en Facebook porque le duele". ¡Ay! De verdad que me impresiona la mentalidad masculina. Así que ahí están, para el resto del mundo somos amigos aunque ni me feliciten la Navidad ni se acuerden de mi cumpleaños. Quizás con el tiempo... ¡qué va! ¡A quién quiero engañar! Cuando a alguien no le importas lo más mínimo, no le importas y punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario