miércoles, 1 de junio de 2011

El bueno y el malo

El malo juega siempre con ventaja, sabe envolverte y darle la vuelta a todo para que tu te creas todo lo que te está contando. Te dice lo que quieres oír aunque luego sus actos digan todo lo contrario pero tu ya estás totalmente enganchada y no ves lo evidente. Encima, cuando a tu alrededor te dicen que es un cretino tu te dedicas a justificar lo injustificable para no reconocer abiertamente que sí, que es un cretino, pero que no puedes evitar seguir con él. Pero todo ser humano tiene un límite y cuando no puedes más gritas ¡basta! Entonces aparecen los que no te habían dicho nada antes alegrándose y diciéndote lo mal que les caía. En fin, que sigas o no con él tienes que continuar oyendo hablar de él y recordando lo mal que te trató.

Pero cuando tienes algo bueno tampoco es mucho mejor. A menudo el comentario es "Qué suerte tienes, es estupendo" ¿Perdón? ¿Y la suerte que tiene él? ¡Yo también soy estupenda! Pero no, tu eres mujer solterona de más de treinta y él es un soltero de oro. Así que tu autoestima baja al centro de la tierra y poco a poco te vas convirtiendo en una sombra de ti misma hasta que ya no te reconoces. Y un día también gritas ¡basta! Y esta vez tendrás que oír también los comentarios de "¡Qué pena, me caía genial!"

Así que si ni buenos ni malos, ya me diréis que nos queda.






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