jueves, 9 de junio de 2011

Renovada

He vuelto renovada, con color un poco gamba (pero que va bajando) y brillante como una lámpara (pero que también se va apagando). Estuve a punto de no coger el avión y quedarme ahí pero un ataque de sensatez me hizo ir al aeropuerto. Y ayer me encontré con la cruda realidad. A parte de tener que hacer la compra porque en mi nevera resonaba el eco (no soporto hacer de maruja), tenía cientos de cosas que hacer en partes opuestas de Madrid por lo que, además de que el tiempo no era el más agradable, tuve que enfrentarme al tráfico. Además, para acabarlo de arreglar, la profe de chino me dijo que el lunes examen. El día fue como una jarra de agua fría. Menos mal que por la noche tenía cena con amigos que me hicieron olvidar un poco como se vive el mes de junio en esta ciudad. Eso sí, mi estado zen ha vuelto. Toda esa intranquilidad que me había atacado los últimos días antes de irme ha desaparecido. Vuelvo a mi caparazón y viene reforzado así que espero que no me hagan salir de él hasta agosto, que vuelvo a la playa para más sesiones de tranquiloterapia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario