martes, 15 de mayo de 2012

Películas románticas

El sábado, cenando con unos amigos, empezamos a hablar de lo que opinábamos del amor. Todos tenían ganas de enamorarse, todos menos yo, claro, siempre tengo que llevar la contraria. Lo siento, pero dejar mi lado racional (que es el que en más estima tengo) por un hombre que no va a preciar mi sacrificio, no me apetece absolutamente nada. En fin, que una amiga decía que ella quería la película romántica y yo, que estoy un poco escaldadita, dije que no, que no quería eso. Entonces todos se quedaron sorprendidos: ¡Pero si eres una romanticona y te encantan esas películas! Que me guste verlas no quiere decir que quiera vivirlas ¿o es que los locos por el cine de terror quieren pasar una noche con Freddy Krugger? Me gusta verlas porque te dejan buen sabor de boca, pero seamos realistas, en esas películas después de 150 malentendidos y 200 meteduras de pata por parte de ella, él sigue colado y se presenta en su casa, trabajo, o reunión y le declara su amor incondicional. Normalmente en mi caso, ni siquiera superan mi primer ataque de pánico, y eso que incluso a veces, están avisados. Así que no, no espero que él llame a mi puerta, reconozca que ha sido un idiota y prometa ser el hombre perfecto el resto de su vida. Lo siento, pero no tengo tanta fe en ninguno de los hombres que conozco. A las pruebas me remito.

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