jueves, 8 de abril de 2010

Soluciones

Si hay algo que nos diferencia a hombres y mujeres es lo que esperamos cuando explicamos un problema. Nosotras lo contamos para desahogarnos y lo único que queremos es que nos escuchen y nos comprendan. Pero ellos, lo que oyen es: dame una solución. Así que nos hacen una lista de las alternativas que tenemos y lo dan por zanjado.

A nosotras nos gusta recrearnos en ello. No lo podemos evitar. Por eso estamos horas al teléfono con una amiga, explicando cada detalle del problema, analizando cada posible solución y recreándonos en la mala suerte que hemos tenido. Y si encima hay un culpable... en fin, os lo podéis imaginar.

Ellos, cuando tienen un problema, para empezar, es difícil que te lo cuenten, a no ser que tu puedas solucionarlo. Si ese es el caso, lo plantean, te dicen la solución que han encontrado y lo que necesitan que hagas. A partir de ese momento, tan sólo esperan un "hecho" y asunto finiquitado.

Creo que es por eso que tenemos problemas de comunicación. Queremos cosas tan distintas que es difícil llegar a entenderse. Y cuando lo haces, cuando te das cuenta de que el idioma es distinto, buscas a alguien que hable el tuyo, porque cuando tienes un problema, lo último que quieres, lo que te falta encima, es tener que sacar el traductor.

1 comentario:

  1. Acabas de sintetizar en un momentín el libro "Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus"
    :)

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