jueves, 15 de julio de 2010

Los amigos

En una boda hace un par de semanas (sí... otra boda...) estuvimos hablando de cosas extrañas que nos habían contando o habíamos sufrido nosotros mismos respecto a amigos y otros elementos que se nos cruzan en esta vida. Todos teníamos una historia rara que contar, bueno, todos menos uno... Según él, eso se debía a que en su círculo de amigos íntimos no pasaban cosas raras. ¡Qué suerte! Y también que increíble. Hay varias opciones; una, que no se lo cuentan, dos, que él no quiere reconocerlas y tres, que si no les pasan cosas raras es que los raros son ellos.

A medida que vas madurando (me niego a decir que te haces mayor) vas conociendo más gente y de los más diversos ámbitos. No quiere decir eso que a todo el que conozcas lo hagas amigo íntimo, pero un 30 a 1 no me parece tan difícil. No es posible que todos lleven una vida sin sorpresas, sin que les pase nada extraordinario. Además creo que es una pena porque es lo que hace que no todos los días sean iguales. Lo extraño o lo raro no siempre es malo, sólo distinto. Claro que te llevas decepciones pero también muchas alegrías.

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