martes, 17 de julio de 2012

El "espantacamareros".

Con el calor que hace lo que más apetece es salir y tomarte algo en una terraza por la noche a ver si ya que el sol se ha retirado corre un poco de brisa. En Madrid, brisa, lo que se dice brisa, no corre mucha pero a partir de las nueve de la noche es la única hora en la que puedes salir de la burbuja del aire acondicionado. Así que en una de éstas, me fui a tomar algo con un amigo. Al llegar a la terraza nos encontramos con unos conocidos. Los saludamos y se acercó el camarero que con un gesto nos preguntó si nos íbamos a sentar. Yo creí que se refería a sentarse en la terraza y le dije que sí pero que en un momento. Él no me entendió y trajo dos sillas más a la mesa donde estaban sentados nuestros amigos. Nos despedimos de ellos y nos sentamos en otra mesa. Y ahí empezó todo. El camarero era uno de esos que quedan tan pocos: super amaaaable. Bueno, vale, lo reconozco, rozaba la cursilería, pero estuvo muy atento. Era bastante jovencito, con cara de buenazo y yo diría que era su primer día de trabajo, lo que era seguro es que no debía llevar ni una semana trabajando ahí, por el interés que ponía. Cuando ya llevábamos dos tintos de verano y estábamos acabando con un gintonic nos preguntó si queríamos algo más, y mi amigo muy serio le contestó que la cuenta. ¡pobre hombre! Todo nervioso y preocupado le dijo a mi amigo que si nos íbamos por lo que había dicho, que para nada quería decir que dejáramos libre la mesa. Le contestamos que no pero aún así pidió perdón tres veces más y se fue compungido hacia dentro. ¡Menuda manera de hundir al pobre camarero en la miseria! A mí me entró la risa, sobre todo cuando veo que mi amigo es el que está entonces preocupado de si había sido un poco borde. Yo, para que negarlo, le saqué jugo a la cosa y me reí un rato a su costa  Le dije a mi amigo que debería ir al baño a consolarlo porque seguro que se había encerrado ahí a llorar. Lo cierto es que no se nos volvió a acercar, ni con la cuenta ni para ver si queríamos otra copa. Pasado un rato tuvimos que reclamarle la cuenta. Desde entonces mi amigo ha pasado a ser el "espantacamareros" oficial, si algún camarero es un poco antipático con vosotros, no tenéis más que avisarlo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario