miércoles, 29 de octubre de 2014

Maletas.

Últimamente no paro de hacer y deshacer maletas. Me estoy convirtiendo en una profesional. El tetris ya no tiene ningún misterio para mí. Voy con una maleta del tamaño adecuado para no tener que facturar, es decir, mini. ¡Y consigo que me quepa todo lo necesario! Soy un crack. Y ahora que tengo dominado eso, este fin de semana me voy a París y facturaré maleta. ¿Y qué pasa cuando le dices a una mujer que puede llevar una maleta más grande? Exacto: la llena hasta arriba. Podría viajar con la pequeña, pero ya que facturo... así que en vez de meter los zapatos de tacón que van con todo, meto tres pares que va cada uno con su conjunto. En vez de meter un pantalón negro y un vaquero, meto el pantalón, el vaquero, tres faldas y un vestido. Y así suma y sigue. Menos mal que las compañías aéreas ponen un límite de peso porque aunque en París en noviembre haga frío y ni siquiera esté en la costa, soy capaz de poner hasta la toalla de la playa. Por si acaso.

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