jueves, 19 de abril de 2012

Dos años más

El pasado fin de semana estuve en Barcelona y como se acerca mi cumpleaños ¡ay! mi madre decidió que lo celebráramos el sábado porque venía mi hermano con la familia a comer. Todo era muy típico, me dejaron escoger el menú y en el postre apagaron las luces. Cual es mi sorpresa cuando miro el pastel y veo que el número de las velas no es el correcto. En vez de cumplir un año más, cumplía DOS más.¡Aaaaarrghhh! Cuando solté ¡yo no cumplo eso! mi madre se quedó blanca. "¿Cómo qué no?" "¡No! Cumplo uno menos". No me podía creer lo que estaba pasando. A estas alturas mis sobrinos ya estaban muertos de risa y el mayor cambiaba el orden de las velas (cuyo número era muchísimo peor) diciendo: ¿así te gusta más? Yo que a los 18 dije que no cumplía ni uno más, no he tenido más remedio que resignarme a que no lo acepten y me pongan un número más cada año pero ¡dos! eso es demasiado. Saltarme un año a estas edades no tiene ninguna gracia.
Eso sí, en casa, enseguida sacaron el lado práctico, las podremos aprovechar el año que viene. Para que luego digan que no nos apretamos el cinturón.

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