domingo, 5 de mayo de 2013

Titanlux

El viernes quedé para tomar algo con una amiga. Cuando llegó me fijé que llevaba dos pruebas de barra de labios en la mano. Cuando se lo señalé me lo enseñó más de cerca y alucinada veo como intenta sacárselo y no se va. Además se había cuarteado como hacen las pinturas cuando hay cambios de temperatura. ¿Así es como te deja los labios? ¿Cómo una mala calcomanía? Pues no hay hidratante que arregle eso. Quedamos al día siguiente por la mañana y seguía con las manchas en la mano. Me explicó que había intentado quitársela con la esponja, pero con la cara que rasca, esa que es capaz de quitarte la primera capa de la epidermis y nada, ahí seguían las dos marcas de color rosa. ¡Eso no era un pintalabios, era un tatuaje! Le dije que tendría que volver a la perfumería y explicarlo para evitar más de un disgusto. El domingo por la tarde le pregunté por mensaje si había conseguido sacarlo y me dijo que sí, con quita esmalte. Es decir que te pones eso en los labios, que te los seca y te los deja como la cuenca de un río cuando hay sequía y luego tienes que frotártelos con quita esmalte para quitártelo. Es más fácil eliminar una capa de Titanlux que ese pintalabios. Un avance de la cosmética, sí señor.

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