lunes, 26 de noviembre de 2012

Intolerancia a la lactosa

Una prima mía me contó hace una semana que le habían diagnosticado intolerancia a la lactosa. Está muy de moda en el ambientillo médico encontrar intolerancias a los alimentos más básicos. Ella llevaba 15 días sin tomar leche, yogures, queso, mantequilla... en fin, cualquier alimento que tuviera lactosa y que no se había encontrado demasiado bien. Eso me lo contó un jueves. Cual es mi sorpresa cuando el viernes, en la fiesta de su hermana, la veo zampándose un buen trozo de queso manchego curado. "¿Pero tú no tenías intolerancia a la lactosa?". Sí, me contesta, pero después de 15 días sin tomar nada que tuviera lactosa quiero ver qué pasa por tomarme un trozo de queso. A otros que le preguntaron contestaba simplemente que el queso curado manchego no contaba. El sábado fuimos a comer y comentamos su ataque al queso y ella contesta que tenía mucho dolor de cabeza, y eso que sólo había probado un trocito de nada de queso (que casualidad que justo el que se tomó lo vimos todos...) y un poco los postres. ¡Los postres! Sólo en uno, que había visto a unos de mis tíos prepararlo, llevaba un bote de leche condensada... Y esto lo cuenta mientras se toma la nata de adorno en el surtido de postres que habíamos pedido.... A su dolor de cabeza yo le contesté que no era intolerancia a la lactosa (además creo seriamente que debería pedir una segunda opinión) eso era una resaca en toda regla.

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