martes, 7 de enero de 2014

Adiós Navidad

Ayer por la noche se acabaron oficialmente las vacaciones navideñas y por lo que he visto en el calendario no hay un sólo día de fiesta hasta Semana Santa... en abril... ¡Y yo que llevo soñando con el verano desde octubre! Es que el frío y yo no nos llevamos nada bien. En cuanto llega tengo ganas de darle una patada. Además he conseguido dos quilos más que ayer rematé con el roscón de reyes. ¿Por qué en Navidad se come como si no hubiera un mañana? Digo yo, que toda esa cantidad de comida repartida a lo largo del año sería muchísimo más saludable, ¿no? Y para acabarlo de arreglar hemos empezado un nuevo año, y como siempre, nos ponemos esos propósitos imposibles que sabemos perfectamente que no vamos a cumplir, pero nos gusta engañarnos a nosotros mismos porque encima nos hace sentir mejor. El cerebro del ser humano es alucinante, y no siempre de una manera positiva. Que el autoengaño nos tranquilice la conciencia, a mi que me perdonen, pero es una soberana tontería. ¿Mis propósitos? No tener miedo. Ahí queda eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario