Cuando le pregunté el porqué de esa drástica decisión me dijo, muy seria, que se había dado cuenta de que ella no estaba hecha para vivir en pareja. Bueno, eso es posible, yo no lo creo, no creo que el ser humano esté diseñado para vivir solo, pero es posible. El problema es que ese gran descubrimiento lo hizo con 25 años. Con 25 años no estás hecha ni para vivir en pareja, ni para estar sola, ni casi, casi, para nada.
Pero ella está convencida y cerrada en banda , no se permite pensar que quizás ha cambiado en estos 12 años y puede que ahora ya está preparada. Así que no mira a su alrededor por si hubiera un galán dispuesto a hacerle cambiar de opinión. Y cuando no miras es difícil ver.
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