El ser humano tiende a creerse con la posesión de la verdad absoluta y a saber siempre que es lo que el de enfrente debería hacer. Cuando tu planteas una duda a un amigo en seguida te dirá lo que tienes que hacer y cómo lo tienes que hacer. Más vale que te quedes ahí, porque si sigues preguntando a más gente, cada uno te dirá una cosa distinta. Al final harás lo que te dé la gana, así que habrás perdido un tiempo maravilloso preguntando y encima, como no sea lo mismo que te han aconsejado, te oirás un "yo lo hubiera hecho de otro modo, pero ya me contarás". Eso es una amenaza velada: si sale bien, has tenido mucha suerte, si sale mal, ya te lo dije...
A mí no me gusta demasiado contar mis cosas, sobre todo mientras están en fase de desarrollo, pero la gente pregunta, pregunta mucho, así que contesto, explico, y alguna vez pido ayuda. Aunque da igual que lo pida o no, siempre recibiré un consejo. Con esto no quiero decir que no los agradezca, es más, generalmente (a no ser que me parezcan una verdadera estupidez) los analizo e incluso, alguna vez, los sigo. Lo que digo es que para dar un consejo tienes que analizar tanto la situación como la personalidad de esa persona, porque no puedes pedir a nadie algo que vaya en contra de su carácter. No saldrá bien, porque no será ella misma.
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