Uno de los más antiguos es de cuando tenía 17 años. Durante mucho tiempo tuvimos que contestar con un no, sonriendo, a la pregunta ¿y tú con...?La pregunta la recibías de amigos, tu madre, algún pretendiente... con el tiempo, cada vez la escucho menos pero de vez en cuando alguien me pregunta ¿pero nunca...? No, contesto. O escuchas el comentario de "ya, ya... sólo amigos". Supongo que a él le pasará exactamente lo mismo. Luego existe el momento de los celos. Me cuesta muchísimo caer bien a sus novias. Estoy segura que la definitiva será la que, por fin, no me vea como una amenaza. Y él, en fin, con mis novios tampoco ha tenido una relación ideal...
Pero es genial tener a alguien del otro sexo que te explique porque los hombres hacen cosas que para ti son incomprensibles y sus novias deberían saber que yo le doy buenos consejos para que sea ese chico estupendo que parece que nos comprende, si lo supieran, me apreciarían un poquito más.
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