No es que no quiera casarme, es que no comprendo esa obligación social de hacerlo. Los tiempos están cambiando, es cierto, pero no lo suficiente. No hay problema en que vivas sola, pero si vives acompañada mejor, parece que has madurado, que por fin eres una persona adulta. ¡Pero es que yo no me veo casada! Conozco a chicas que desde los 12 años están soñando en ese momento en que se vistan de blanco y den el sí quiero, y se imaginan jugando a las casitas con varios peques a su alrededor. Saben perfectamente como va a ser el vestido, las flores y el menú e incluso tienen pensado los nombres que les pondrán a sus hijos. Bien, yo no sueño con eso, no me lo imagino y no me veo. Creo que no todo el mundo ha nacido para casarse.
Así que creo que esa predicción iba para otra persona, por lo que lo siento por mis amigas que no van a poder organizarme una despedida de soltera (cosa que yo me alegro bastante).
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